Saenome tiene la tarea de sellar espíritus que poseen objetos y representan una amenaza para la sociedad. Conocidos como tsukumogami, estos espíritus generalmente no son violentos y los saenome normalmente los sellan después de un simple intercambio verbal.
Traumatizado por un encuentro mortal anterior con un espíritu malévolo, Hyouma Kunato se niega a usar métodos pacíficos y se enfrenta físicamente con todos los tsukumogami que se cruzan con él. Al considerar este comportamiento inaceptable para un futuro líder del clan, el abuelo de Hyouma, Zouhei, propone que comience a vivir con Botan Nagatsuki, una joven cuya familia está compuesta por seis tsukumogami, para que no sea excomulgado.
Decidido a localizar al espíritu que le quitó todo, Hyouma acepta a regañadientes la propuesta de Zouhei. Mientras grupos desconocidos de espíritus malignos comienzan a poner en peligro el equilibrio entre los mundos, el joven debe ganarse la confianza de Botan y superar su odio por su misteriosa familia.